
Todo el mundo habla de ella. Vamos a entenderla primero y explicar su importancia después. La inflación, de forma coloquial, es lo que suben los precios. Ya con esta primera aproximación, nos surgen las primeras dudas. ¿Qué precios? Es lo primero que hay que definir. Pueden ser bienes de consumo, bienes industriales, bienes de capital, etc. Por tanto, cuando citamos la inflación hay que especificar sobre qué tipo de inflación estamos hablando. En general, la que vemos en los periódicos y noticias, es la inflación que más afecta al común de las personas. Lo que se incrementa el coste de la vida. Hablamos de inflación de bienes de consumo (IPC).
¿Cómo se mide? Vamos a explicar la forma de calcularla y por tanto conocer cómo se obtiene y lo importante que es, su evolución en el tiempo. Lo primero que se hace es seleccionar una cesta de compra tipo. Es decir, se selecciona una serie de bienes de consumo que se supone, componen las compras, que de forma habitual realiza el consumidor medio.
Siempre ha habido mucho debate sobre la composición de la cesta de la compra. No todo el mundo está de acuerdo con los bienes seleccionados. Se suele argumentar que no representan el consumo medio. Es obvio que si la cesta de la compra no representa al ciudadano medio, el índice calculado no refleja el coste de la vida. Pongamos un ejemplo. Si la inflación sube un 3% en base a la cesta de la compra utilizada por el INE, debido sobre todo a la subida de los transportes y hoteles. Si nosotros, en función de nuestra pauta de consumo, no viajamos mucho y no vamos a hoteles, puede que el coste de la vida, no haya subido. Esa situación convive con aquella en la que sí lo ha hecho para el ciudadano medio. A lo largo del tiempo, las pautas de consumo cambian. Y por otro lado, no todo el mundo consume lo mismo. Por ese motivo, más que analizar el dato en concreto, es importante ver la evolución, además de adaptar la cesta al nuevo estilo de vida de la sociedad.
¿Por qué es tan importante la inflación? En primer lugar, comentemos que la inflación puede erosionar nuestra capacidad adquisitiva. Si nuestros ingresos permanecen constantes, es decir, no se ven afectados por la inflación, si suben los precios, con los mismos ingresos, podremos comprar menos cosas. Tendremos menos capacidad adquisitiva. Aquí tenemos la primera variable. Hay ingresos que están más protegidos contra la inflación y otros que se ven muy afectados por ella. Los ahorros en el banco, se ven muy afectados, porque no recibiremos más tipo de interés por el hecho de existir inflación. Los sueldos, salvo que existan cláusulas de revisión de los sueldos que compensen la inflación, también se verán muy afectados. Cuanto mayor sea la subida de precios, mayor será la pérdida de poder adquisitivo. Elevadas tasas de inflación pueden acabar con la posición económica de ahorradores y asalariados. Por contra, tiene el efecto contrario en las deudas e inversores, que reciben de sus activos unas rentas que se pueden actualizar con la inflación. Inversores y endeudados se beneficiarán de la inflación. Si tienes un activo del que recibes un alquiler, podrás incrementar la renta con la inflación o en su caso, cancelar el arrendamiento a su vencimiento y alquilarlo por los nuevos precios. Si tienes acciones, subirán de precio, porque las empresas venderán más caro, y por tanto, están más protegidas por la inflación. Estamos generalizando obviamente, no todas las empresa son iguales. Además las empresas suelen estar endeudadas.
Los intereses que se pagan por las deudas serán menores desde un punto de vista real, aunque sean iguales desde un punto de vista nominal. Los tipos de interés real son la diferencia entre el interés nominal y la inflación. Puede darse el caso que se tengan deudas con tasas de interés real negativas. Por tanto, es una situación buena para los que tengan inversión con apalancamiento, con deuda. Mala para ahorradores y asalariados.
Lo contrario a la inflación es la deflación. Es decir, los precios no suben, bajan. Sin tener nociones de economía, en el imaginario de la gente, la inflación es algo negativo. Desde nuestro abuelos, la frase de como suben los precios y lo cara que está la vida es una constante. Además hemos oído en las noticias que la prioridad principal de las autoridades económicas es la lucha contra la inflación alta. Intuitivamente, podemos llegar a pensar que la deflación es positiva. Y la respuesta es que no. La deflación es negativa.
Para que la economía vaya bien hay que activar el circulo virtuoso, o efecto multiplicador de la economía. Consumimos. Ese consumo en bienes y servicios da trabajo a los productores y personas que prestan los servicios . Esos trabajadores a su vez, consumen y necesitan servicios que a su vez, da trabajo a más personas, que a su vez consumen y da trabajo. Cuanto más se acelere este círculo virtuoso, mejor irá la economía. Como un coche que acelera y cada vez va más rápido, la velocidad puede ser tal que se descontrole el vehículo y tengamos un accidente. Pero eso lo vemos después.
Ahora pensemos en el caso contrario. El del no consumo. Cuando los precios bajan, no tenemos incentivos para consumir a corto plazo. Posponemos la compra. En muchos casos, el posponer la compra lleva a que no se haga. Menos consumo, menos necesidad de producir, menos necesidad de trabajo, más paro y por tanto menos consumo, y entramos en recesión. Entramos en un círculo negativo que hay que romper. Por tanto, la conclusión es muy clara. La deflación no trae nada bueno para la economía.
Sabemos que la inflación es mala. Pero la deflación también. Maticemos un poco más la inflación. Las altas tasas de inflación crean desequilibrios muy importantes en la economía. A nada que te hayas interesado un poco por la historia, te viene a la cabeza la gran depresión de Alemania, previa a la II Guerra Mundial. Su economía llegó a la hiperinflación, economía con altas tasas de inflación. Es por ese motivo, que las autoridades monetarias alemanas, que a la postre influencian de forma importante a las autoridades monetarias europeas, tienen a la inflación como su objetivo principal. No permiten que la inflación se descontrole. Sigamos con lo que pasó en Alemania, en los primeros compases de los años 30. Los vendedores acaparaban los productos, ¿porque? la inflación era tan desorbitada que en cuestión de horas, el dinero recibido, no valía nada y el bien duplicaba su valor. Es conocida la anécdota que muestra gráficamente este hecho. Se dice, que la gente se pedía dos cervezas a la vez. No porque quisieran emborracharse. La razón era que preferían beberla caliente, que pagar la segunda cerveza al doble de la primera. El precio no subía en cuestión de días, subía en el tiempo, en el que se bebían la primera. Como estamos comentando, altas tasas de inflación paralizan la economía.
Pero si la deflación no es buena y la inflación tampoco. ¿Cual es el objetivo? El objetivo es una inflación positiva pero controlada, moderada. El objetivo del Banco Central Europeo, es alcanzar una inflación, ligeramente inferior al 2%. Cuando existe inflación, pero esta no es alta, la situación es propicia para alentar la economía. Es preferible invertir y consumir que ahorrar. Con las inversiones, no se pierde valor, con los ahorros si. Alienta el consumo, porque fomenta la rapidez en la compra. Ante una necesidad, no se pospone la compra de hoy. Al día siguiente, el precio puede ser mayor. La inversión y el consumo, provocan el inicio del circulo virtuoso que hemos comentado antes.
Las autoridades económicas de los países tratan de mantener la inflación en esos parámetros controlados, en los que la economía puede ir bien, sin originar desequilibrios que la hagan descarrilar. ¿Por qué puede descarrilar la economía? Cuando entramos en el círculo virtuoso , corremos el riesgo de que la inflación crezca mucho y provoque entrar en crisis. Para ello, las autoridades económicas utilizan la política monetaria como herramienta de control de la inflación. Cuando hay más consumo, generamos más trabajo, pero si el consumo y la inversión se acelera de forma demasiado rápida puede pasar que haya un problema de exceso de demanda y escasez de oferta. La gente está dispuesta a pagar más por un bien con tal de adquirirlo a costa de otro consumidor y eso origina la subida de precios acelerada, con las consecuencias que se pueden provocar cuando está inflación se convierte en muy alta y de forma muy rápida.
La conclusión es que no es buena la deflación y tampoco la inflación muy alta. Una inflación moderada y controlada es la mejor de las situaciones.

Un comentario en “(8) ¿Por qué es importante la inflación?”