(49) Invertir en Bolsa


Hoy día todo el mundo puede invertir en Bolsa. Con una cantidad relativamente pequeña se pueden comprar unas pocas acciones de casi cualquier empresa. No sólo se puede invertir en acciones locales, también se tiene acceso a mercados internacionales, lo que nos permite, desde cualquier parte del mundo, tener acceso a todas las empresas que cotizan en bolsa, independientemente del mercado en la que ésta cotice. Miles de posibilidades de ganar dinero, comprando una parte del capital de una empresa, y miles de oportunidades de quedarnos sin ahorros.

Algo que no se nos escapa a nadie es que esta facilidad de acceso a los mercados es óptima, pero también tiene como contrapartida, que mucha gente accede a ellos como quien va al casino, comprando acciones en función de criterios, que tienen más de juego de azar, que de inversión. Los mercados de acciones engloban tanto a jugadores profesionales como a personas que entra a comprar o vender acciones, por la novedad, por conocer de qué se trata, porque el vecino ha ganado mucho dinero con eso, o como hemos comentado, como juego de azar.

Una máxima importante es que el futuro nadie lo conoce, así que nadie puede predecir lo que va a pasar a corto plazo. Hay una serie de conocimientos mínimos que deberíamos tener en cuenta y a partir de ahí, aprender de la experiencia, formarnos y tratar de obtener una rentabilidad mayor en nuestros ahorros, mayor de la que obtendremos de dejarlos debajo del colchón o en una cuenta corriente. Hoy día los tipos de interés no permiten obtener rentabilidad por tener dinero en un depósito. Incluso cuesta dinero.

No voy a descubrir la pólvora, pero si incluir alguna serie de ideas que pueden ser el catalizador y activador del sentido que tenemos que aplicar al invertir. Sobre todo, al invertir, hay que poner sentido común. Como en casi todo en la vida.

La primera idea es qué hay que invertir en Bolsa aquella cantidad de dinero que no se va a necesitar en varios años. Los estudios nos indican que a largo plazo, las inversión en acciones de empresas tiene una mayor rentabilidad que otro tipo de inversión, pero como el futuro nadie lo conoce, a corto plazo, uno puede empezar ganando o puede empezar perdiendo. Si no se da tiempo a la inversión, el tiempo necesario para madurar, y nos vemos obligados a vender, aunque hayamos acertado en la empresa, si no hemos acertado en el tiempo, podemos salir mal parados. Una idea que subyace es que hay personas que invirtiendo en la misma empresa, han ganado dinero y otras lo han perdido, en función de la fecha en la que compraron y vendieron. Como se dice en plan jocoso, hay que comprar barato y vender caro.

Dicho esto, no quiero decir que siempre que invirtamos en Bolsa y le demos tiempo, vamos a ganar dinero. Si nos hemos equivocado de empresa, da igual el tiempo que pase, la cosa puede ir de mal en peor y el tiempo no arregla nada. No siempre se gana en Bolsa. Una empresa puede ser muy atractiva y por los avatares de la vida, perder su posición ventajosa o posición de fortaleza competitiva y para cuando nos hemos dado cuenta, ya estamos en pérdidas. Equivocarnos es parte del juego. La idea es acertar más veces que las veces que te equivocas. Perder poco en las equivocaciones y ganar mucho en los aciertos. Como dice Warren Buffet, considerado el mejor inversor de todos los tiempos, la clave está en equivocarse poco y perder poco, más importante que acertar.

A la hora de invertir se consideran dos tipos valores o tipos de empresas: empresas consideradas value y empresas consideradas growth. Las empresas value, son empresas que están infravaloradas. Empresas que ganan dinero, tienen flujo de caja positivo, poco deuda, bien dirigidas y por alguna razón valoradas muy bajo en el mercado. Mr. Market como dicen algunos. Mr. Market puede tirar la valoración por algún suceso, porque aunque los mercados son eficientes a corto plazo, no lo son tanto a corto plazo. Son oportunidades de inversión porque el valor de la empresa sigue intacto, pero el precio es considerado barato. Muchos inversores value toman como referencia rápida el PER, del que escribimos en el artículo anterior. Invierten en empresas con PER por debajo de 15. Nunca invierten en empresas con PER alto. Pueden ser buenas empresas, pero consideran que están caras. Los inversores growth, buscan empresas que crecen muy rápido. Empresas con ratios de crecimiento anuales muy elevados. Se trata sobre todo de empresas tecnológicas que aportan una nueva solución o producto que desde su lanzamiento a sus primeras rondas de financiación y salida a bolsa, están con ratios de crecimiento en ventas y beneficios muy elevadas. Muchas veces están en una fase en la que crecen tan rapido que no generan ingresos ni caja positiva, pero son consideradas por el mercado como potencialmente muy relevantes y los inversores quieren entrar en estas fases más incipientes y arriesgadas para atrapar la mayor de las revalorizaciones. Hay que considerar que un PER de 120 por ejemplo que puede ser una barbaridad, se puede convertir en un PER de compra de 5 en un año, con una evolución increíble de los beneficios. Por eso, quien sabe anticipar ese crecimiento acelerado y sostenible porque la solución es disruptiva y no humo, puede parecer que invierte caro, pero al final está haciendo un gran negocio.

Además de la rentabilidad que se puede obtener por el incremento de precio de valor en el que invertimos, hay que considerar la rentabilidad adicional que se puede obtener por el dividendo. Hay muchos inversores, que buscan valores con dividendos constantes, sostenibles y relevantes. No quieren mover la cartera de acciones, sino atesorar valores que les den esa rentabilidad anual por dividendos. Aquí el análisis importantes, es anticipar lo que puede pasar con la empresa. Un problema que haga que una empresa que históricamente ha tenido un negocio estable, pase por problemas, verá afectado sus dividendo. El ejemplo claro es la gran banca. La tasa de intereses negativa y la competencia de las fintech, además de sucesivas crisis a hecho que muchos bancos tengan que cancelar sus dividendos.

A la hora de invertir, hay que considerar la rentabilidad financiero fiscal. Es decir, el efecto de los impuestos en nuestras ganancias y cómo podemos aprovechar las pérdidas para reducir la factura fiscal. Por ejemplo en España, la venta de acciones tributa en la base del ahorro como una ganancia o pérdida patrimonial, a un tipo mínimo del 19% para los primeros 6.000 euros, del 21% para los siguientes 44.000 euros y del 23% para la cantidad que exceda de 50.000 euros. Por otro lado, es importante conocer qué las minusvalías que se puedan originar, se pueden utilizar para reducir las plusvalías y por tanto, compensar algo con un crédito fiscal el quebranto patrimonial.

Otro punto relevante a considerar son las comisiones. Normalmente utilizamos a nuestro banco habitual para la compra venta de acciones. La banca tradicional aplica unas comisiones de compra venta y de custodia de valores desproporcionada. La comodidad de tener todo en el mismo banco, no compensa el coste. Existen otras opciones mucho más económicas y ágiles para la inversión en Bolsa. Dentro del mundo de las comisiones, también hay que tener en cuenta que invertir en mercados locales es más económico que invertir en mercados internacionales. Las comisiones no son las mismas. Volvemos al punto anterior. Merece la pena estudiar las comisiones y contratar al broker que nos va a optimizar nuestros costes. Gran parte de la rentabilidad se puede escapar por no prestar la suficiente atención a este punto.

Una idea muy relevante para el pequeño inversor es la cantidad a invertir. Si la cantidad es muy pequeña, puede que las comisiones mínimas sean tan importantes en términos relativos que sea muy difícil levantarlas. Yo diría que menos de 3.000 euros no es eficiente invertir en acciones.

Un punto importante es el seguimiento de nuestra cartera, para detectar aquellas ocasiones en el que el precio de la acción excede el valor que detectamos. Es el momento de vender, de igual manera que tenemos que seguir el mercado para detectar oportunidades, es importante también además de comprar bien, no perder la oportunidad de vender en el momento adecuado. Mucha gente ha perdido muchas ganancias no realizadas por no estar atento a sus inversiones. Sólo aquellos que tienen una estrategia de rentabilidad de dividendos tienen algo menos de trabajo, aunque también deben estar atentos a las vicisitudes de las empresas en las que están invertidos y a como pueden evolucionar sus beneficios y flujo de caja, en el que está basado su dividendo.

La conclusión es que la Bolsa es un lugar muy interesante para invertir y complementar la rentabilidad que obtenemos a nuestros ahorros. Con sentido común, un poco de conocimiento, seguimiento de los mercados y ambición pero como dicen, que el último euro lo gane otro, podemos obtener una rentabilidad interesantes que haga florecer nuestro patrimonio. Para aquellos que no se vean cómodos invirtiendo en acciones, pueden utilizar los fondos de inversión, es decir, delegar en expertos para que tomen las decisiones de inversión, mientras el ahorrador sólo tienen que preocuparse de ahorrar. Aunque aquí, también habrá qué buscar el fondo de inversión gestionado por los buenos gestores, porque como en todos los ámbitos de la vida, hay buenos y malos profesionales en las gestoras.

Publicado por José Luis

un financiero, con alma de comercial; un comercial, con formación financiera

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