Un escudo para el prestamista, un compromiso para la empresa
En el complejo mundo de la financiación empresarial, los contratos de préstamo van mucho más allá de establecer un tipo de interés y un plazo de amortización. Una de las herramientas más cruciales para proteger al prestamista, y que a menudo genera desafíos para el prestatario, son los covenants o cláusulas restrictivas. Pero, ¿qué son exactamente y por qué son tan importantes?
¿Qué es un Covenant?
Un «covenant» es una condición o compromiso legalmente vinculante que el prestatario acepta cumplir durante la vida del préstamo. Su objetivo principal es proteger los intereses del prestamista, asegurando que la empresa mantenga una salud financiera adecuada y un comportamiento prudente, mitigando así el riesgo de impago.
Hay que pensar en los «covenants» como un sistema de alerta temprana. Permiten al prestamista monitorear la situación del prestatario y reaccionar a tiempo si las cosas no van como se esperaba, incluso antes de que se produzca un impago de principal o intereses.
Tipos de covenants: compromisos para el prestatario
Los covenants se clasifican en dos grandes categorías, con un subtipo muy relevante:
1. Covenants afirmativos (o positivos)
Estos son compromisos que obligan al prestatario a realizar ciertas acciones. Son prácticas de buena gestión que el prestamista espera ver.
- Ejemplos comunes:
- Presentación de información financiera: la empresa debe entregar estados financieros auditados (anuales) y no auditados (trimestrales o mensuales) en plazos específicos. Esto permite al prestamista monitorear la situación.
- Pago de impuestos y cumplimiento legal: la empresa se compromete a estar al día con sus obligaciones fiscales y a cumplir con todas las leyes y regulaciones aplicables.
- Mantenimiento de activos y seguros: obligación de mantener los activos en buen estado y adecuadamente asegurados, especialmente si sirven como garantía.
- Notificación de eventos materiales: informar al prestamista sobre cualquier litigio importante, cambio en la dirección clave o cualquier evento que pueda afectar significativamente a la empresa.
2. Covenants negativos (o restrictivos)
Estos son compromisos que prohíben al prestatario realizar ciertas acciones sin el consentimiento previo del prestamista. Su fin es evitar decisiones que puedan debilitar la posición financiera o operativa de la empresa en detrimento de la capacidad de repago.
- Ejemplos comunes:
- Restricción de deuda adicional: no incurrir en nueva deuda por encima de un límite preestablecido o sin la aprobación del prestamista.
- Restricción sobre distribuciones: no pagar dividendos, recomprar acciones o realizar distribuciones de capital si no se cumplen ciertas condiciones financieras. Esto asegura que el flujo de caja se destine primero al servicio de la deuda.
- Restricción sobre venta de activos materiales: No vender activos significativos de la empresa sin la autorización del prestamista, especialmente si son colaterales.
- Restricción sobre Fusiones y Adquisiciones: No participar en grandes operaciones de fusiones o adquisiciones sin la aprobación previa, ya que esto podría alterar drásticamente el perfil de riesgo de la empresa.
- Restricción de gravámenes: No crear nuevas cargas o hipotecas sobre activos existentes que puedan diluir la prioridad del prestamista.
3. Covenants financieros: el corazón de la supervisión
Dentro de los «covenants», los financieros son los más críticos y, a menudo, los más delicados. Se basan en el cumplimiento de ratios y métricas financieras clave, calculadas periódicamente para evaluar la salud económica del prestatario.
- Ratio de Endeudamiento (Deuda Neta / EBITDA): Mide cuántas veces la deuda de la empresa es superior a su capacidad de generar beneficios operativos antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones.
- Ejemplo: «La Deuda Neta de la Compañía no excederá 3.0x su EBITDA Consolidado.»
- Ratio de Cobertura de Intereses (EBITDA / Gastos Financieros) o Cobertura de Servicio de Deuda (DSCR): Indica la capacidad de la empresa para cubrir sus gastos por intereses (o intereses más principal) con su flujo de caja operativo.
- Ejemplo: «El EBITDA de la Compañía dividido por sus Gastos Financieros no será inferior a 2.0x.»
- Ratio de Liquidez (Activo Corriente / Pasivo Corriente): Evalúa la capacidad de la empresa para hacer frente a sus obligaciones a corto plazo con sus activos más líquidos.
- Ejemplo: «El Ratio de Liquidez Corriente no será inferior a 1.2:1.»
- Ratio de Solvencia / Capitalización (Patrimonio Neto Mínimo o Deuda Total / Patrimonio Neto): Establece límites sobre la composición del capital de la empresa, asegurando un nivel mínimo de patrimonio propio.
- Ejemplo: «El Patrimonio Neto de la Compañía no caerá por debajo de X euros.»
¿Qué sucede ante un incumplimiento de Covenant?
Un incumplimiento de «covenant» (conocido como «covenant breach» o «technical default») no implica necesariamente que la empresa haya dejado de pagar. Sin embargo, sí activa los derechos del prestamista. Las consecuencias pueden variar desde negociaciones para una dispensa (waiver) o modificación de los términos, hasta escenarios más graves como:
- Aceleración del préstamo: El prestamista puede exigir el pago inmediato de toda la deuda pendiente.
- Aumento de la Tasa de Interés: Aplicación de tasas penalizadoras.
- Exigencia de Garantías Adicionales.
- Inicio de Procedimientos Legales para recuperar la deuda.
Los Covenants más difíciles de cumplir
Si bien cualquier «covenant» puede ser problemático en un entorno de crisis, los covenants financieros son, sin duda, los que más dolores de cabeza suelen dar a las empresas. Su cumplimiento depende directamente del rendimiento operativo y financiero, que puede ser altamente volátil.
Los más desafiantes suelen ser:
- Ratio de Endeudamiento (Deuda Neta/EBITDA): Una caída inesperada en las ventas, un aumento de costes de materias primas o energía, o una recesión económica pueden reducir drásticamente el EBITDA. Esto eleva el ratio, incluso si la deuda se mantiene, haciendo que el covenant sea difícil de cumplir.
- Ratio de Cobertura de Intereses o DSCR: La misma sensibilidad del EBITDA aplica aquí. Además, en entornos de subida de tipos de interés (como los que hemos vivido), el coste de los intereses aumenta, presionando aún más este ratio y dificultando su cumplimiento.
- Mantenimiento de un Patrimonio Neto Mínimo: Las pérdidas recurrentes de la empresa erosionan directamente el patrimonio neto. Si la empresa atraviesa un período prolongado de baja rentabilidad o pérdidas, puede caer por debajo del umbral mínimo de patrimonio neto requerido por el prestamista.
La dificultad de cumplir estos covenants se agrava por factores externos como crisis económicas, fluctuaciones del mercado o cambios en la demanda. Para las empresas, una gestión financiera proactiva, un monitoreo constante y una comunicación transparente con los prestamistas son clave para navegar estos compromisos y asegurar la continuidad de su financiación.
