(13) Jerarquía o liderazgo


Toda organización tiene un elemento fundamental, las personas. La empresa, no es una excepción. En el momento en el que un grupo de personas, tienen que trabajar juntas, para lograr un objetivo, surge la necesidad de organizarse. El modo en el que se organiza el trabajo, da muchas señales, de cómo una organización hace las cosas.

El método clásico que se ha utilizado desde los inicios de la historia, es la organización jerárquica. También se conoce como estructura piramidal. La organización se basa en distintos niveles. Del nivel más bajo, sin poder en la toma de decisiones, al nivel más alto que aglutina el poder máximo. Como una pirámide, el número de personas dentro de un nivel se va reduciendo hasta tener una cabeza que es el responsable máximo de la organización. Por tanto, según se va ascendiendo en la pirámide, hay menos responsables en los niveles. Cada nivel de responsabilidad, tiene más poder sobre el anterior. Según se asciende en los niveles, el responsable tiene capacidad de influir en el trabajo de más personas.

Hoy día, sigue siendo la forma de organizar las empresas, más utilizada. Una de las razones, es su fácil aplicación. Sin duda, ser el modo organizativo más utilizado, nos da un mensaje y este no es otro, que el que tiene sus ventajas:

  • Autoridad. Esta estructura, no deja lugar a dudas. A medida que se va estrechando la pirámide, los responsables de la empresa, van apareciendo con sus funciones claras y bien definidas. Todo el personal de la organización conoce quién supervisa el trabajo de cada nivel y sobre quien recae la responsabilidad de las decisiones.
  • Especialización. En organizaciones grandes, es difícil que unas pocas personas puedan controlar todas las áreas de la empresa. La estructura jerárquica permite dividir el trabajo en grandes departamentos, en los que se vuelve a establecer la estructura piramidal. Muy fácil de replicar y escalar según aumenta el tamaño de la empresa.
  • Promoción. Los trabajadores, saben perfectamente cuál es el siguiente rango a alcanzar en la organización, con lo que es más fácil mantener alta la motivación personal. Muchas organizaciones con un alto grado de crecimiento, han tenido o tienen la filosofía muy agresiva, llamada «up or out», es decir, o asciendes o sales de la empresa.

Sin embargo, hoy día las cosas evolucionan muy rápido y la complejidad ha aumentado de forma importante. Adicionalmente, en la actualidad también nos encontramos con empresas, que tienen dentro de sus equipos de trabajo, personas con iniciativa y mucha formación. Estos hechos hacen que, en el tipo de organización jerárquica, también nos encontremos, desventajas.

  • Rigidez. Adaptarse a nuevas necesidades puede ser un proceso lento. Cuando las decisiones recaen sobre una persona o un equipo muy reducido, la agilidad se pierde. Esta rigidez, hace que algunas medidas de cambio se retrasen y provoquen que la empresa pierda su posición competitiva. Es conocido el ejemplo de la empresa pequeña, que supera a la empresa grande, por su agilidad.
  • Comunicación. Al existir departamentos, la comunicación entre los miembros de la empresa, no es todo lo fluida que se necesita y provoca que las preocupaciones de unos sean ajenas a otros y al contrario. El trabajo multidisciplinar no solo es una ventaja, sino que a veces es una necesidad. Un ejemplo, que me llamó la atención fue el de HP. Al investigar, porque habían perdido su capacidad de innovar, se dieron cuenta, que al suprimir las cafeterías, habían roto el canal de comunicación que utilizaban equipos de diferentes departamentos. Cuando tomaban un café y hablaban de trabajo, las diferentes perspectivas, fomentaban la resolución de problemas o cuando menos evitaban el bloqueo.
  • Rivalidad interna. Formar grandes departamentos con nuevas estructuras piramidales internas, pueden generar que los trabajadores pierdan la conexión con la empresa. El departamento se vuelve un fín en sí mismo, buscando el éxito del propio departamento, en detrimento, algunas veces del bien de la empresa. Se pierde la visión global.

Las desventajas nos transmiten la idea de que surge la necesidad de desarrollar nuevos modelos de organización en la empresa. Surge un debate, que ha permitido cuestionar la diferencia entre un jefe y un líder. Ambos ejecutan y entregan resultados, sin embargo, sus efectos y metodologías difieren en gran medida. Se buscan líderes para ejecutar la responsabilidad de jefe. No todos los jefes, ejercen su responsabilidad con las condiciones que las haría un líder, y por contra, no todos lo lideres de una organización han sido «ungidos» con la responsabilidad de jefe.

Llegado a este punto, nos preguntamos, ¿cómo reconocer a un líder?. El liderazgo va siempre unido a un equipo. El liderazgo no tiene que ver con la posición jerárquica, sino con las habilidades, que posee la persona, para dirigir a un equipo de trabajo. Es una persona que inspira, guía y dirige al grupo de personas para alcanzar el propósito o causa en común. A quien se le asigna una autoridad moral. A quien se le sigue por cuenta propia. Se busca por tanto organizar el trabajo, por proyectos, por equipos, no por departamentos.

Todos tenemos en mente a grandes líderes, en muchos ámbitos: deportivo, político, social y como no empresarial. La mejor forma de definirlos es exponer, algunas de las características, que se han detectado en ellos:

  • Una persona que posee una visión a largo plazo. Es coherente con sus convicciones. Defiende con determinación sus convicciones. Predica con el ejemplo. La mejor manera de generar compromiso.
  • Crece y hace crecer a su gente, enseña, delega y crea oportunidades para todos. Activa procesos y dinamiza potenciales.
  • Tiene capacidad para la toma de decisiones, en momentos críticos.
  • No piensa únicamente en su propio beneficio, sino en el de las personas a las cuales guía.
  • Dirige sin recurrir a la fuerza. No necesita ejercer su autoridad e imponer sus decisiones.
  • Es una persona responsable. Sabe que su liderazgo le da poder, y utiliza ese poder en beneficio de todos.
  • Se trata de personas con el foco puesto en las metas y objetivos. Metas congruentes con las capacidades del grupo. Lo más importante es saber sacar lo mejor de cada una de las personas que forman el grupo.
  • En muchos casos se ha detectado que el líder tiene habilidad para seducir y atraer a las personas, carisma. Se interesa por la gente, muestra un interés genuino.
  • Gran comunicador. Le permite transmitir su visión, dar a conocer sus planteamientos de manera sugerente. La comunicación se convierte en el medio para unir y dirigir al grupo.
  • Tiene capacidad para pivotar. Las personas pueden cometer equivocaciones de vez en cuando. Sin embargo, cuenta con la suficiente capacidad de reacción para afrontar el problema y encontrar una solución. Se permite cometer errores, pero hay que hacerlo rápido y pivotar en busca de la solución.

Como vemos, muchas de las características, tienen que ver más con sus habilidades sociales, que con sus habilidades técnicas. Son personas con grandes habilidades sociales y saben manejarlas. Son cooperativos en el trato personal, flexibles, asertivos, tienen empatía y capacidad de escucha activa, actitud negociadora, credibilidad y transmiten respeto.

La conclusión a la pregunta de si optar por jerarquía o liderazgo podría ser: depende de las circunstancias y el entorno. Sin más datos, y teniendo en cuenta la realidad que tenemos en el 2020, yo defendería, como fuente de éxito, una organización que apoye el liderazgo, en contraposición a la línea rígida de la jerarquía.

Hoy más que nunca se necesitan personas que transmitan entusiasmo. Que con el optimismo, la actitud, empuje, empeño y ganas que pone un lider al frente del grupo, se pueda lograr el entusiasmo del equipo, conseguir que le siga, que comparta sus objetivos, que son los objetivos de la empresa.

Publicado por José Luis

un financiero, con alma de comercial; un comercial, con formación financiera

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