(16) Productividad personal. Lograrla, nos hace mejores y sobre todo más felices.


Productividad. Es una palabra que nos debería evocar algo positivo. Sin embargo, muchas veces, debido a los medios utilizados, por algunas organizaciones, para obtenerla, puede ser vista como un eufemismo de, trabajar más por menos. Igual que la palabra sinergia que la podemos identificar como despidos. ¿Por qué ha pasado esto?. La productividad está muy asociada al Taylorismo y Fordismo. También como hemos apuntado, a la reducción de personas en las empresas, para producir más con menos. Muchas veces cargando en exceso a los que tienen la «suerte» de no ser despedidos. En ambos casos, asociamos productividad con explotación. Para muchas personas, es oír la palabra productividad y ponerse a la defensiva.

Como a todo en la vida, hay que darle contexto. En su momento el taylorismo fue muy importante para crear la clase media, tan importante en cualquier sociedad que pretenda un desarrollo económico sostenible. Permitió que bienes considerados de lujo, fuesen asequibles para la mayoría. Creó las condiciones para dar trabajo y bienes a la mayoría de la población. Hoy día no es una opción, en la mayoría de responsabilidades que una persona desarrolla dentro de la empresa. Estamos ante la población más formada de la historia. Por otro lado, hay que tener en cuenta que, el hecho de que una persona pueda producir más y generar más valor, le da la fuerza necesaria, para poder exigir una mayor remuneración y por tanto un mayor nivel de vida. El punto, no es poner cortapisas para mejorar a los trabajadores que por formación tienen posibilidades. El punto es no dejar atrás a aquellos que se ven desbordados por un nuevo paradigma y les cuesta más ser fuertes en un entorno de trabajo diferentes.

Sin entrar en formas de organización empresarial y si la tecnología expulsa personas y trabajadores de sus empleos, vamos a centrarnos en la productividad de la persona. Una herramienta fundamental para el desarrollo profesional y personal. No es de extrañar que existan tanto libros y material sobre la materia. Se busca mejorar las prestaciones en un ámbito profesional, pero sin duda, también es aplicable al ámbito personal.

El objetivo es global. Lograr que cada hora de tiempo empleada tenga un mayor rendimiento. El tiempo es sin duda el recurso más valioso, así que ganar tiempo, es la inversión personal más rentable. A partir de ahí, la persona decide en qué dedicar ese tiempo ganado. O bien para producir más a nivel profesional y tener más opciones de ser remunerado mejor o bien para obtener más negocio en el caso de emprendedores, lo que mejorará sin duda el nivel de vida. No hay que olvidar la mejora que supone tener más tiempo para dedicarselo a aficiones, familia y amigos, que seguro mejora la calidad de vida. Destacamos la multitud de cosas que podemos hacer con más tiempo libre, como pueden ser mejorar las relaciones personales, aficiones, viajes o lectura, etc. Personalmente, para mi, es importante dedicar tiempo a aprender otro tipo de conocimientos, no relacionados con el día a día de tus responsabilidades. En mi caso, como sabéis los que seguís el blog, es la historia. Y también habrá quien destaque el hecho de no hacer nada y dispersarse, momentos que nos ayudarán a fortalecer la mente y ganar puntos en nuestra motivación. ¿A qué dedicarías el extra tiempo que se puede obtener con una mayor productividad?

Sin ánimo de ser exhaustivos vamos a empezar con una serie de formas de hacer las cosas, que a mi me ayudan a mejorar mi gestión del tiempo. No es fácil generar un hábito. Sin embargo, el esfuerzo merece la pena. Cada día tengo más proyectos profesionales y personales en mi vida, lo que sin duda me hacen estar más contento y me ayuda a progresar más y mejor. Cada uno debe adaptar los consejos a su forma de ser. Incluyo cosas que a mi me han funcionado y obstáculos que se pueden encontrar en el camino. Seguiremos profundizando en este tema en Quienaportavalor.com porque sin duda es un tema muy abierto, sujeto a evolución. Utilizando un término financiero, nos genera mucha rentabilidad personal.

  • Foco, como contrapunto de evitar la dispersión. Bill Gates le preguntó a Warren Buffet, el factor más importante que le había llevado a su éxito. El inversor respondió: «Focus» (concentración, claridad, tenacidad). En este momento de mi vida, lo que más me está costando es no dispersarme. Algo muy fácil de lograr, si se tienen varios proyectos a la vez. Es más fácil focalizarse cuando solo te concentras en uno o en pocos temas. Me acuerdo mis tiempos de estudiante en los que sólo tenía que estudiar. O otras épocas en los que el trabajo ocupaba el 100% de mis preocupaciones. No es que dedicase poco tiempo, sino que mi mente estaba muy focalizada y no había dudas ni dispersión. Hoy día, con varios proyectos, que necesitan tiempo y dedicación, el problema es compaginarlos. Hay que lograr avanzar a la vez en todos. Es fácil caer en la tentación de estar pensando en lo que no estás haciendo, en vez de sacar partido a lo que haces. Para ello es importante establecer una agenda personal. Dedicar tiempo a cada uno de los temas que debes acometer, priorizando y ajustando los tiempos, a cada tarea. Tiempos en cuanto la dedicación y considerando también el momento más adecuado para hacerlo. Un ejemplo, ha sido mi preparación del Ironman. Dada la exigencia de la prueba, los entrenamientos son diarios. Consumen tiempo. El día que logré, con mucho esfuerzo, madrugar y hacer el grueso del entrenamiento, antes de ir a trabajar, conseguí llegar con garantías a todo. La agenda diaria, no es fácil de controlar. Surgen reuniones, trabajos urgentes, etc. Sin embargo, el hecho de empezar el día, sabiendo que algo que me motiva mucho, como es, entrenar para estar preparado para competir, está conseguido, me quita presión, para lograr llegar a todos los objetivos del día. Sabes que a las 9:00 am tienes que estar trabajando así que o te levantas y entrenas o no lo haces. Confieso que la mayoría de entrenamientos en los que he fallado, tenía todo el día para hacerlos con la agenda despejada. No agendar un evento, por no tener restricciones de tiempo, puede paradójicamente llevar a la dispersión y a no completarlo.
  • Cambio de hábitos. El punto anterior nos lleva al siguiente. Se dice que si sigues haciendo las cosas como las estás haciendo, seguirás teniendo los mismos resultados. Además está el efecto multiplicador de la consistencia. Si algo lo haces mal y lo haces mal de forma consistente, los efectos que vas a lograr, serán devastadores. No queda otra, que cambiar de malos hábitos. En todo cambio de hábitos, establecería cuatro fases:
    • a) No eres consciente de que estás haciendo algo mal. De esta fase sólo se sale si uno tiene una mente abierta ante las opiniones de terceros y/o hace un autoanálisis de porque las cosas no están saliendo bien. A mi me ayudo mucho las herramientas que aprendí en la asignatura del EMBA en el IESE Business School, Self-Management.
    • b) Eres consciente de que estás haciendo algo mal, pero inconscientemente no dejas de repetir la misma acción una y otra vez. Consciente y subconsciente no están alineados.
    • c) Eres consciente de que tienes un hábito negativo que tienes que cambiar y tratas de evitar con esfuerzo caer en los errores y que día a día tu subconsciente no te traicione. Tu consciente, pone freno a tu subconsciente para lograr no hacer las cosas mal. Gran esfuerzo, que requiere paciencia y constancia. Es como aprender a conducir. En un primer momento, cada acción que completas está pensada previamente.
    • d) Eres consciente de que estas haciendo las cosas bien. El mal hábito ha mudado a un buen hábito. Tu esfuerzo, mucho menor, que en la anterior fase es reforzar ese comportamiento para no volver a las malas prácticas. Ya conduces sin pensar. A veces demasiado. ¿Quién no ha llegado a casa sin saber qué camino ha tomado? Un clásico.
  • Hacer ejercicio. Estar bien físicamente. A alguno le puede extrañar este consejo. Para mi, uno de mis principios básicos es: «el deporte está en la agenda». No es simplemente una cuestión de verte bien. Aunque la autoconfianza que se siente, al gustarte, siempre ayuda. El objetivo es lograr un estilo de vida, que tiene como consecuencia, que tu buen estado de forma, mejora obviamente, tu estado físico, pero lo que pocas personas intuyen, es que además ayuda de forma importante a tu capacidad mental. No sabría como explicarlo, pero la mejora física es algo que todo el mundo espera, sin embargo, darse cuenta de que estar en forma, hace que seas capaz de pensar más rápido, es más difícil de entender. Adicionalmente, ayuda y mucho, el hecho de no tener más remedio que tener una agenda organizada. Sólo con ello se consigue llegar a todo. El ámbito profesional no se resiente, se potencia. No es de extrañar que en Silicon Valley, que siempre se busca la excelencia, la bicicleta se haya convertido en el nuevo golf para los negocios. Tengo claro que, por lo que he visto en mi entorno cercano y en mi mismo, el deporte ha logrado que mucha gente sea mucho más eficaz y eficiente en todo lo que se propone. Además se entra en un círculo virtuoso. Al poner tu cuerpo al límite, la falta de descanso y mala alimentación afecta mucho. Se nota enseguida. Sufres más de la cuenta. Conoces mucho tu cuerpo. Los efectos colaterales positivos, de estar más descansado y mejor alimentado potencian todos los efectos del deporte. Con 20 años más, se supone que no tengo la misma capacidad física que tenía en los 20, pero la realidad es que soy más fuerte y ágil y, ¡no estoy incluyendo la ventaja que da la experiencia!. El deporte además, ha sido la excusa para muchos cambios de hábitos que se han revelado muy positivos, como ha sido madrugar. Hoy he leído, que el 50% de los millonarios se levantan tres horas antes de que comience su jornada de trabajo. Algo estaré haciendo bien. Yo no seré millonario, pero tengo en mi CV deportivo, 5 Ironman. Conclusión. ¡Funciona!
  • Construir relaciones. Se dice que no hay que saber, sino tener el teléfono del que sabe. Eso sí, no llames solo para pedir. Cuando construimos relaciones, relaciones de colaboración, relaciones de amistad, en el trabajo, todo fluye mucho mejor. No hay nada mejor que apoyar o ayudar con tu conocimiento o trabajo a un compañero que aprecias. Normalmente, ese aprecio viene de que el compañero estaría dispuesto a hacer lo mismo por ti, si no lo ha hecho antes. No digo que se construyan relaciones por interés. Toda persona tiene un perfil profesional y personal. Y toda persona es susceptible de apoyarte, del mismo modo que cada uno podemos apoyar al resto. Siempre que se tiene la vocación de ayuda, sin buscar nada a cambio, se crea alrededor un entorno colaborativo. Un entorno que hace que se consigan las cosas. No olvidemos nunca, que la complejidad, en la que nos movemos, exige el conocimiento multidisciplinar que nos lleva al trabajo colaborativo. No se trata de que te hagan las cosas, pero sí conseguir que una guía, un consejo, desatasque una situación de bloqueo o consiga que nuestro trabajo sea más rápido. ¿Cuántas veces nuestro trabajo depende de recibir información de otros y el retraso en su consecución deteriora nuestro trabajo y nos hace perder el tiempo? Y ¿cuántas veces, hemos visto como el compañero recibe la información antes o es capaz de conseguir información debajo de las piedras? La mayoría de las veces, si nos fijamos, nos daremos cuenta que nuestro compañero, tiene tan buena información porque ha construido muy buenas relaciones, que se preocupan por su bienestar, personal y profesional. ¡Todos podemos conseguir lo mismo!
  • Practicar la multitarea. Llegados a este punto, alguno creerá que me ha pillado en una contradicción. Justo lo contrario de lo que he defendido en el primer punto, quizás el punto más importante, estar focalizado. Y si no continúo con una explicación, no le faltará razón. Practicar la multitarea, pero con una gran premisa. Combinando las tareas para que sean complementarias y en practicar la multitarea en determinados momentos, no como regla general. Voy a poner un ejemplo. Una parte importante que asegura el éxito, es estar bien informado. La obtención de la información consume mucho tiempo. Sin embargo, en mi caso, tras invertir algo de tiempo en seleccionar una serie de podcasts sobre negocios, economía, empresa, además de otros relacionados con mis aficiones como la historia, la fotografía, etc., escucho esos podcast mientras corro. Combinar una tarea física con una tarea, que en la mayoría de las veces, no necesita una atención plena, me permite lograr mis objetivos personales de entrenamiento y profesionales de estar bien informado. Si en el transcurso de mi entrenamiento, encuentro algo interesante, lo guardo para escucharlo más tarde, con más atención. Otro ejemplo, quizás extremo. Entrenamiento en la bicicleta estática, viendo películas de historia, en versión original. O formándome en YouTube o en Coursera. ¡Todo está en YouTube! Mientras entreno, práctico idiomas y aprendo algo nuevo. Obviamente, requiere un tiempo, organizar tu multitarea. Necesitas tener la combinación pensada, para que funcione. Sin embargo, si la combinación es acertada, los resultados son fascinantes. Desde luego, hay cosas que no puedo hacer. Yo no puedo estar escribiendo este blog, ni siquiera, escuchando música. Cuando necesitas foco, la multitarea es el enemigo. El problema es que a veces, por ejemplo, estudiando historia, me pasa que al estar haciendo solo una cosa, me da la impresión de no estar aprovechando bien el tiempo. En esos momentos, hay que evitar esos pensamientos y volver a la primera casilla. Foco. Muchas veces, la mayoría de las veces, somos nosotros mismos los que nos boicoteamos.

La conclusión fundamental es que el tiempo es el activo más valioso que tenemos. Todo aquello que nos ayude a ganar tiempo, coleccionando más experiencias, nos hará más felices. Y dicho esto, a veces, necesitamos perder el tiempo, sí, pero que sea, porque lo hemos decidido. Una vez que tenemos claro que queremos tener más tiempo disponible, para poder dedicarlo a temas a los que ahora no llegamos, es importante que hagamos de la productividad un objetivo de mejora continua. Un estado mental. Descubriremos métodos y herramientas que nos ayudarán a mejorar nuestro flujo de trabajo y que nos aportaran horas libres, con las que no contábamos.

No hay recetas mágicas que funcionan para todo el mundo, pero es cierto, que no necesitamos inventar la rueda. Hay muchos consejos que se adaptan como un guante, a nuestra forma de ser y otros sólo necesitarán pequeños retoques. Solo hay que descubrir, qué funciona y que no, siempre adaptado a cada uno de nosotros.

Publicado por José Luis

un financiero, con alma de comercial; un comercial, con formación financiera

Deja un comentario