(54) Reflexiones sobre mi experiencia en el Programa de Mentoring


Artículo de Opinión

El 2021 ha sido un año de muchas novedades en mi vida. Tanto en lo personal, como en lo profesional. Un año que recordaré siempre. Una de los motivos ha sido mi primera experiencia como mentor en el Programa de Mentoring de Deusto Business Alumni.

La iniciativa de la asociación de alumnos, de la universidad en la que estudié mi Grado de Administración de Empresa (ADE), hace ya algunos años, me ha parecido extraordinaria. Cuando uno piensa en una forma de seguir manteniendo lazos con la Universidad, no hay mejor iniciativa que la propuesta, ya sea como mentee o como mentor.

Mi labor como mentor consistió en acompañar al mentee en la consecución de sus objetivos. Su objetivo a nivel profesional era dar un impulso a su carrera. Durante el transcurso de los años había demostrado una gran valía profesional, pero por algún motivo, su valía profesional y capacidad, no solo de conocimientos del negocio, sino adicionalmente una habilidad innata para la resolución de problemas, no se estaba valorando. En las promociones que se iban sucediendo, su candidatura no estaba siendo considerada.

La inercia de los años hace que muchas personas tengan dificultades en arrancar. Arrancar en la búsqueda de esa promoción, de ese cambio profesional, que te ayude a mantenerte motivado cada día. Esa nueva responsabilidad que ponga en valor todas las capacidades de la persona. Solo el hecho de escuchar, tratar de generar opciones o líneas diferentes de pensamiento, puede ser de ayuda. Ahí está la labor del mentor. No tiene la soluciones, sino que crea un equipo de trabajo con el mentee, en el que se pone la experiencia de ambos encima de la mesa, para trabajar juntos en la obtención de los objetivos del mentee. Un acompañamiento que ofrece esa ayuda que hace que la rueda comience a girar.

Para mi este proyecto ha sido una gran satisfacción y espero que mi ayuda e ideas hayan servido para la mejora a corto y medio plazo al mentee. Muchas veces los resultados no son a corto plazo, porque el procesamiento del proceso viene más tarde. Otras, las más satisfactorias, tienen resultados inmediatos.

Las organizaciones están formadas por personas. Por tanto, un programa de mentoring es siempre una buena idea porque no es otra cosa que personas ayudando a personas. Todas las empresas deberían desarrollar su propio programa en el que personas con más experiencia, ayuden a personas con menos experiencia, en la búsqueda de los objetivos profesionales del mentee.

Me consta que las grandes empresas suelen tener programas para un número reducido de profesionales, profesionales con proyección o seleccionados para ser la nueva generación que dirigirá la empresa. Sin embargo, creo que debería ser un programa de mayor alcance y no limitarse tanto. También me consta que las dos instituciones académicas con las que yo más relación tengo, como antiguo alumno, el IESE y Deusto Business School tienen sus programas de mentoring encuadrado en sus asociaciones de antiguos alumnos.

Mi conclusión es repetir una idea ya anticipada, todo programa o proyecto que ayude al desarrollo de las personas, es un proyecto con unas externalidades positivas inmensas, buenas para la organización que lo desarrolla y bueno para los stakeholders de la organización, incluida la sociedad.

Ha sido un orgullo participar en la I Edición del Programa de mentoring de DBA. Deseando ser parte de la II Edición.

Publicado por José Luis

un financiero, con alma de comercial; un comercial, con formación financiera

2 comentarios sobre “(54) Reflexiones sobre mi experiencia en el Programa de Mentoring

  1. ¡Y nosotros deseando contar contigo en la II Edición! Muchas gracias por participar y ser parte del éxito de este programa José Luis.

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